¡¡¡Hola a todos!!!

La llegada de los niños es algo maravilloso pero es uno de los cambios fundamentales en la relación de cualquier pareja.

Para todos los enamorados y parejas pasionales, el día de San Valentín, igual era una fecha a señalar en el calendario equivalente a la fecha de vuestro aniversario, y en el que dabais rienda suelta a vuestra pasión y dónde solo importabais vuestra pareja y vosotros.

Pues bien, no hago mal al hablar en pasado pero, esto no significa que, en otra medida, también podamos dar rienda suelta a nuestra pasión y nuestro amor.
Lo primero que tenemos que tener en mente es que la cosa ya no es igual, hemos de cambiar nuestra forma de pensar y ver que la familia a crecido, ya no sois SOLO dos.

Pero todo esto es completamente adaptable de la misma manera que los hijos necesitan un tiempo de adaptación, la pareja también lo necesita para acabar de adaptarse a la nueva situación familiar.
Y quien os diga que no... o miente o camufla todos los problemas de pareja que la llegada del primer bebé implica. Diferente es la llegada de los siguientes pero el primero... ¡es toda una revolución!

Y es que el estado emocional de la madre es bastante lunático y suele cambiar, pero hemos de darnos tiempo para volver a ser nosotras mismas y sentirnos mejor con la nueva situación.
El padre tampoco se libra de este estado de confusión ya que en ocasiones puede llegar a sentir como que ha perdido su lugar dentro de la familia. Él si que se encuentra en muy poco tiempo en una situación completamente distinta dónde debe hacerse con un bebé recién nacido y una mujer que en muchas ocasiones centra su atención prácticamente al 100% en el bebé.

Pero no os preocupéis porque poco a poco la rutina vuelve, las aguas vuelven a su cauce y nos adaptamos al bebé y a nuestra nueva vida en familia.
Las relaciones sexuales se normalizan y el rol de pareja vuelve a su estado habitual.

Por eso, fechas como San Valentín, vuestro aniversario de bodas o el día que os conocisteis deben ser EL DÍA a marcar en el calendario. Ya no por el mero hecho de recibir un regalo sino por el tiempo que debéis dedicaros como pareja a solas. 
La rutina del día a día hace difícil en muchas ocasiones el dedicar ese rato a sentarse y charlar con nuestra pareja pero por eso, marcarnos unos días "románticos" en el calendario es algo que puede ayudar a mantener viva esa llama y hace que de vez en cuando nos podamos permitir romper la rutina.



Así que, en cuanto duchéis, deis de cenar y acostéis a los pequeños... desconectad y tomaos tiempo para vosotros. Para cenar ese plato que tanto os gusta, para llamar a ese restaurante a domicilio que tantas veces habíais llamado, descorchad esa botella de vino y disfrutad de vuestro momento en pareja, fuera de pañales, biberones, papás y mamás. Jugad al juego de la pareja y disfrutad de vuestro momento.

Espero que os haya gustado, que sigáis estos consejos y que paséis un

 ¡¡¡MUY FELIZ SAN VALENTIN!!!

Un besote.