Un día en el supermercado

miércoles, julio 10, 2013

¡¡Hola a todos!!

Como ya sabéis los más pequeños de la casa tienen muy poco control sobre sus impulsos. 

Aún no tienen la madurez suficiente para obedecer todas nuestras instrucciones, pero es bueno incluirlos en nuestras actividades más cotidianas como por ejemplo, llevarles a hacer la compra al supermercado, aunque corran por los pasillos, griten o intenten llamar nuestra atención.
Recordad… ¡¡¡SON NIÑOS!!!

Lo primero que debemos hacer es explicarle bien dónde vamos a ir y para qué.
Debemos captar en todo momento su atención y hacer que ir a comprar sea una aventura o un juego “vamos a comprar huevos para hacer unas magdalenas de las que más te gustan” o, si esto no funciona, incentivarles con algo que ellos quieran como por ejemplo “si te portas bien te compraré esas galletas de dinosaurio que tanto te gustan”. O como última opción explicarles que vamos a comprar esos cereales, por ejemplo, que siempre toma para desayunar porque en casa “ya no quedan”. 

También sería bueno permitirle participar y dejarlo decidir cómo hacerlo, por ejemplo “¿quieres ir dentro del carro o prefieres ayudarme a meter las cosas?” Si nos ayuda, se sentirá orgulloso y querrá volver en otra ocasión. Podríamos dejarle que nos alcance los productos de las baldas más bajas en el caso de ir andando o los que queden a su altura si va metido dentro del carro. Ayudar a papá y a mamá a realizar actividades les hace sentirse útiles y mayores, cosa que a los pequeños les encanta… no pensarán lo mismo cuando sean mayores, jaja.

El caso, como os decía, es captar su atención y hacer que ir a comprar sea algo entretenido y divertido.

Sería aconsejable que, en la medida de lo posible, intentáramos no ir a hacer la compra en los momentos con mayor afluencia de gente, ni llevarlos cuando estén hambrientos o cansados. Deberíamos evitar ir los viernes y sábados por la tarde o las horas del mediodía. La mejor hora sería a primera hora de la mañana, cuando el supermercado lleve poco rato abierto y no demos tiempo a que se llene de gente. Tampoco es plan de plantarnos en la puerta justo cuando abran, pero si ir a primera hora, primero porque el niño estará más fresco y segundo porque así podremos comprar más rápido y más tranquilos porque habrá menos gente.

Además, otra cosa importante sería no alargar la compra más de 1 hora o 1 hora y media, ya que será prácticamente imposible mantener su atención más tiempo.

Si no, puede que no podamos controlar sus impulsos o que no podamos manejarlos ya que sus rabietas serán más fuertes. Así que, si por cualquier motivo debemos ir durante las horas de mayor afluencia, podemos aprovechar la ludoteca o zona dónde se pueden dejar a los niños con unas cuidadoras mientras compramos tranquilamente. Esto siempre que en el super al que vamos siempre disponga de ello y que el niño cumpla los requisitos para poder quedarse.

Si al final viene con nosotros y le da por coger artículos que no le hemos pedido, lo mejor es distraerle con otra cosa como por ejemplo “deja esos yogures que son de mayores y no te gustarán, vamos mejor a la zona de las galletas a elegir las que quieres para desayunar”... de esta forma no prestará atención al artículo que ha cogido y buscará el otro artículo que le llamará más la atención. Y todo esto lo haremos de una forma tranquila, para que el pequeño o pequeña no se altere y podamos seguir con nuestras compras.
Si aún así se empeña en llevarse el artículo habrá que actuar con firmeza y afrontar la rabieta que se avecina, no os agobiéis porque grite, llore o patalee. Es algo normal y no podemos ceder. No discutáis delante del niño, simplemente decid lo que tiene que hacer UNA SOLA VEZ y si sigue con la rabieta, alejaos y seguid con lo vuestro, claro está que no debéis quitarle ni un solo minuto el ojo de encima pero siempre, sin hacerle caso. Cuando se haya calmado, le felicitaremos y seguiremos con la compra con normalidad.
Un truquito para mantenerlo contento es concederle un pequeño capricho que le daremos al final de la compra si se porta bien, así lo tendremos contento, tranquilo y motivado.

Recordad que, lo más importante es NO PERDERLO DE VISTA ni un minuto y tomárselo con tranquilidad y filosofía. Recordad que es un niño, y los niños son impredecibles.


Si seguimos estos consejos estoy segura de que la hora de la compra no será ningún suplicio.

Espero que os haya gustado, que os sirvan de ayuda estos consejillos y que me contéis qué tal os han funcionado, o si no han funcionado para nada también me gustaría saberlo.

Un besote.



tambien te puede interesar...

0 comentarios