Parto prematuro y sus síntomas
miércoles, abril 17, 2013
Cada año en el mundo se registran más de 13 millones de partos prematuros.
Cualquier mujer embarazada es susceptible, pero la gran mayoría de los nacimientos antes de que el embarazo llegue a término se asocian a factores de riesgo en el embarazo.
Que el bebé permanezca en el vientre materno el mayor tiempo posible es primordial, así que debemos intentar minimizar o eliminar algunos de estos factores y estar atentos ante los síntomas que señalan el inicio de un parto anterior a las 37 semanas de gestación, que es lo que consideramos un parto prematuro.
Según la Organización Mundial de la Salud entre un 7% y 8% de los nacimientos en España son prematuros.

Son muchos los factores que pueden derivar a un nacimiento prematuro, pero generalmente es consecuencia de un inicio espontáneo del trabajo de parto en la embarazada y, otras ocasiones, la causa principal es la rotura prematura de las membranas, normalmente la rotura de la bolsa de aguas y como consecuencia, la pérdida de líquido amniótico.
El parto prematuro está asociado, como os decía antes, a determinados factores de riesgo de la embarazada.
Muchos, se pueden evitar o eliminar con un simple control de la futura mamá durante el embarazo por parte de la matrona o la obstetra, pero no todos se pueden evitar porque están relacionados con patologías previas o características de la embarazada.
Los más habituales e importantes son:
- Edad inferior a 17 años o superior a 35 años.- Ganancia excesiva o escasa de peso durante el embarazo y mala nutrición.
- Consumo de tabaco, fármacos o drogas durante la gestación. Esto incrementa entre un 20% y 30% las posibilidades de un parto prematuro.
- Antecedentes de partos prematuros previos.
- Embarazos múltiples, dónde casi el 50% de los partos se registra antes de las 37 semanas.

- Infecciones durante la gestación que pueden dañar al bebé y provocan el inicio del parto prematuro, sobretodo , las relacionadas con el tracto urinario o con el líquido amniótico.
- Intervención quirúrgica abdominal durante el embarazo.
- Permanencia del periodo de estrés durante la gestación o la realización de trabajos físicos pesados.
Las señales de alarma.
El inicio de un parto prematuro puede retrasarse en algunos casos durante cierto periodo de tiempo para permitir una mayor estancia del bebé dentro del útero y así evitar muchos riesgos en la supervivencia o salud del bebé.
Para que esto sea posible, la embarazada debe estar siempre alerta ante los signos y señales que evidencien un parto prematuro y acudir a la mayor brevedad posible a su especialista en el caso que lo sientan.
No podemos definir los síntomas de amenaza de parto prematuro porque no son específicos, ya que pueden ser los mismos que se den en un parto normal y por tanto, no hay que alarmarse en todos los casos, solamente si somos conocedoras de que nuestro embarazo es, o puede ser, de riesgo.
Algunos de los signos más frecuentes en los que muchos especialistas coinciden podrían ser:
- Sangrado durante el segundo trimestre no asociado a placenta previa.- Contracciones uterinas seis semanas antes de la fecha prevista del parto y con una frecuencia de cada diez minutos durante almenos una hora.
- Acortamiento o ablandamiento del cuello del útero hasta 10 semanas antes de la fecha prevista.
- Pérdidas vaginales acuosas o con signos de sangre.
- Dolor en la parte baja d ela espalda o en la del abdomen.
- Presión en la base de la pelvis, las ingles y los muslos.
- Rotura de la bolsa del líquido amniótico.
Para frenar un parto prematuro, las únicas dos medidas que podemos adoptar son REPOSO y fármacos.
El descanso debe ser físico y mental, para conseguir tanto la relajación de los músculos como del estado emocional de la mama, ya que ambos coinciden sobre su actividad uterina. Por tanto, hay que reducir el ritmo diario, permaneciendo recostada a ratos, a ser posible sobre vuestro lado izquierdo, y realizar ejercicios de relajación y respiración.
Pero, ojo, salvo prescripción médica no es conveniente permanecer tumbada, ni en cama.
Con esto que os acabo de explicar no espero alarmar a las futuras mamás, solamente haceros saber que existe esta posibilidad y que, por ello, debemos estar alerta sobretodo a partir de nuestro segundo trimestre de embarazo.
Espero que os haya resultado interesante y que os sirva de ayuda. Y que si tenéis cualquier consulta, ya sabéis dónde encontrarme.
Un besote.
2 comentarios
Debe ser complicado estar en una situación así... Yo que no paro quieta ni un segundo, salvo contadas excepciones...
ResponderEliminarPues si, debe ser duro pero...¿qué no hace una madre por un hijo?
EliminarUn besote amiga.