LA RUTINA DEL SUEÑO DEL BEBÉ
miércoles, febrero 06, 2013
¡¡Hola a todos!!
¿Hay algo más bonito y placentero que ver dormir a un bebé? Ver a tu hijo cuando duerme es un momento que transmite paz y tranquilidad.
Hoy hablamos de cómo podemos ayudarlos a tener unos felices y tranquilos sueños.
A muchos padres nos quita el sueño los problemas para dormir de nuestros hijos. Y es que si ellos no descansa, nosotros tampoco. No solamente por las horas que pasamos al pie de la cuna, o meciéndolo en nuestros brazos, si no también porque nos preocupa que nuestro pequeño no aproveche las horas de sueño y que al no aprovechar los beneficios, acabe afectando a su salud.
Esa es la mayor de las preocupaciones de los papás, y probablemente una de las consultas que más se hacen a pediatras y especialistas.
Pero antes de preocuparos por lo bien o mal que duerme vuestro bebé, lo primero que debéis recordar que su sueño no es igual que el de un adulto.
Cierto es que los bebés duermen entre unas 16 y 17 horas diárias pero lo hacen tanto de día como por la noche y en periodos de 3 o 4 horas, que es el tiempo que aguantan entre tomas.
No debemos pretender que un bebé de pocos meses duerma toda la noche del tirón y es importante recordarlo para no estresarse, ni pensar que tenéis un niño con problemas de sueño, sino un bebé muy pequeño que está creciendo.
Por otro lado, los bebés pueden pasar una mala noche por muchos motivos sin importáncia. Algunas de las causas más comunes que interrumpen el sueño de nuestros retoños son los cólicos, un pañal sucio o mojado, un resfriado o simplemente molestias en la tripita.
Si bien, no todo es malo. El bebé poco a poco aprenderá a dormir y que lo consiga o no dependerá en un 30% o 40% de la genética y el resto de la rutina que le inculquen los padres.
Según dicen los expertos, los horarios de algunos niños están dupeditados a los tiempos y las exigencias de los padres, cuando deberían de ser ellos los que se deben adaptar al horario de los pequeños de la casa.
La clave es establecer unos horarios y rutinas que el niño necesitará obligatoriamente para dormir bien. Cada familia e incluso a veces cada niño, necesita su propia rutina, es importante hacer una planificación personalizada. Os contaré alguna idea que os puede servir de ayuda pero serán los niños los que, con su carácter y sus demandas, los que marquen las pautas a seguir.
Lo que primero debemos hacer es fijar horarios. Se recomienda a los padres que, aunque no sean estrictos con los horarios ni esclavos de ellos, sigan una rutina y establezcan unas pautas para seguir todos los días de forma regular.
La hora del baño, del paseo, de la cena... es importante que sean en horas similares, y, aunque un día nos lo saltemos o lo hagamos a deshoras, no pasa nada, lo importante es acostumbrar al pequeño a estos hábitos.
Como los bebés no tienen un botón de OFF (aunque muchos padres a veces pagaríamos por que lo tuvieran) debemos ayudarlos a relajarse antes de meterlos en la cunita. Los mimos y los masajes que los papás puedan darle al pequeño después del baño favorecerán esta relajación y su inducción al sueño.
Le podéis pasar las manos por el cuerpo con movimientos hacia afuera y hacia abajo, con ritmo lento y con un estado de ánimo tranquilo y sereno.
Además de los masajes, los papás pueden traquilizarlos o relajarlos en brazos pero nunca dormirlos, ya que sino se acostumbrarían. En cuanto veamos que nuestro bebé está tranquilo y relajado lo pondremos en la cuna y debería empezar a coger el sueño por si mismo. Es normal que tarden unos 20 minutos en caer rendidos y es posible que den muchas vueltas y se muevan mucho, pero aún y así debemos dejarlo solo hasta que se duerma.
El ambiente también es algo muy importante, y es que elegir una temperatura en casa entre 19 y 21 grados favorece el sueño, y evitar que el ruido sea excesivo también ayuda mucho. Esto no quiere decir que debamos estar callados en casa ni en modo biblioteca, ya que el niño debería ir acostumbrándose al entorno y los ruidos habituales de su casa.
Algunos pediatras sugieren el colecho, que consiste en compartir la cama con el bebé. Estos aseguran que ayuda al niño porque su respiración y la de la madre se sincronizan, favorece la regulación de su temperatura corporal y además crea un vínculo entre padres e hijos más fuerte.
Solamente hay unas normas : el colecho siempre se ha de hacer en la cama (nunca en el sofá), el colchón ha de ser duro, las sábanas no deben tener lazos ni cintas y los padres han de ser NO fumadores.
Por último otro factor importante es la alimientación del pequeño. La leche materna contine triptófano que ayuda a la conciliación del sueño, y el cuerpo de la mujer es una máquina tan perfecta que segrega mayor cantidad des este triptófano durante la tarde-noche para favorecer el sueño.
Si en cambio habéis optado por el biberón, podéis ayudar a vuestro hijo a pasar una buena noche porque la leche caliente y los cereales (cuando los incorporemos) favorecen el sueño del bebé.
Espero que esta entrada os haya aclarado algo sobre la rutina del sueño de los más pequeños de la casa. Lo más importante es tener paciencia, y transmitir tranquilidad al bebé, porque mientras más nerviosos nos ponemos, ellos lo notan, y más nerviosos se ponen también.
No duermen las mismas horas que nosotros ni tienen el mismo ritmo de sueño pero lo que si que tienen son días en los que dormirán más y otros en los que dormirán menos, igual que los adultos.
Y hasta aquí la entrada de hoy, espero que os sirva de ayuda y que me escribáis si tenéis cualquier consulta, duda o sugerencia.
Un besote.
3 comentarios
Ains, que ganicas me han dado de meter a mis hijas en la cama, y que se hagan chiquiticas otra vez. Buen post, muy útil para las primerizas. Yo tengo la suerte de que mis chicas suelen dormir toda la noche, desde bien pequeñas. Y han colechado y mamado, y ahora por las mañanas, cuando me toca llevar a la mayor al cole, se viene y aprovecha el hueco que deja su padre. Me encanta!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras! Dan ánimos y saber que puede servir de ayuda la verdad es que me hace sentirme orgullosa. Tienes razón, da pena que crezcan tan rápido, pero bueno, cada época tiene sus cosas buenas... ya las iremos viendo. Un besazo y de nuevo, GRACIAS!
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